El imperio de la hamburguesa de soya

Alli, donde converge subida Cumming con la plaza Anibal Pinto
existe una especie de cofradia hecha de punkies y rastafaris
ex- hippies y revolucionarios de bolsillo,
que venden las sobrevaloradas hamburguesas de soya.
Un dia de estos me voy a ir a poner ahi mismo
a vender churrascos palta mayo
(a precios populares, obviamente)
con un cartelito que diga "HECHOS CON CARNE DE VERDAD"
para hacerles la competencia y hacerlos rabiar
(de pura maldad, obviamente).

Pucha que va a ser divertido.

Letras para una joven que nunca las leera.

Cuando la algarabía de tus piernas kilométricas
paso rondando y robando en los periféricos restos de mi amor roto
un estallido de bomba nuclear se alojo en la fisura que hiciste
dentro del espacio cardiográfico taquicardico
donde la prosa es prusiana
y el verso ya no canta "Vérsame, vérsame mucho,
como si fuera esta noche la ultima vez".

Allí te encontré tendida sobre la galaxia
riendo y comiéndote los trozos que me quitaste del corazón
con tu piercing brillando como una oscura estrella de plata.
Colisionando asteroides de esteroides
y haciendo Hula-hup con los anillos de Saturno.
Con la luna en el ombligo, y el sol en sus hombros
se dejo ir por la corriente investida de melodías
como quien navega por un mar de pianos,l
levada por las manos saladas que salían de mis ojos.

La deje irse hasta que se perdió del plano
y el diafragma ya no dio mas para la profundidad de campo,
campos etéreos que creo mi joven corazón idiota
mientras se contentaba mirándote de reojo
entre los demás energúmenos a tu alrededor
y tu reías, como siempre reías,
como una pitonisa de jeans y abrigo negro
ignorando mi existencia
sin saber que por dentro
empezaba a morir por ti.