viernes, octubre 31

Tra(d)ición

Yo me pregunto, si el 21 de mayo los gringos haran desfiles?
Yo me pregunto, si los 18 de septiembre los gringos haran fondas y ramadas?
Yo me pregunto, Porque CHUCHA celebramos Halloween!?!?!?


Queda claro, somos el pais del COPY/PASTE.

sábado, octubre 25

Esa Gente Especial.

Mis amigos son geniales, y no porque yo sea su amigo, sino porque con ellos comparto, webeo, río y vivo, lo más importante, vivo. Hay algunos que no los veo desde hace mucho tiempo, otros que los he vuelto a encontrar y me he alegrado bastante, y otros que los veo tanto como horas hay en el día. Con ellos crecí, aprendí, y madure (…), con una parte de ellos tuvimos momentos muy fuertes y significativos, con otros instancias en donde aprendí que no todo en la vida es estructurado y disciplinado. Extraño a mis ex compañeros de curso, con los que estudie de primero a cuarto, Felipe, Cano, Esteban Gomez (POR MUY FACHO QUE ESTES) Clarita Aranda, Linda, etc, con ellos hice la cimarra en el coipo, nos quedábamos fuera de la clase de matemáticas, tome mi primer trago, hacíamos muchas cagadas en las clases de cocina, bajábamos a la playa después de clases, íbamos al rompeolas y nos mojábamos como niños irresponsables e inconscientes, la clásica semana del liceo donde las bancas se hacían pocas y el webeo sobraba, amigos con los cuales molestábamos cruelmente, donde el castigo peor no era que te patearan, sino aguantarlos a ellos después con el tormento, de hecho a mi me molestaron hasta el día de la licenciatura, y eso que todo paso en 2do medio. Loa otros son unos locos lindos de la parroquia, gente muy bakan que conocí alli y que me seria muy triste no saber mas de ellos, por suerte hoy en día existe facebook, pero eso no se compara al abrazo y beso bien apretado, gente con la cual como panqueques, carreteo, tomo café por las tardes, hago confirmación, FUI A MALLOCO, y chateo lacónicamente. A unos de ellos los veo diariamente, otros semanalmente, un resto mensualmente, y algunos esporádicamente, la verdad me gustaría verlos todos los días, poder abrazarlos y decirles cuanto los quiero y han servido en mi vida. Y hay un tercer grupo, si señores, ultimo pero no menos importante, que son los amigos de mis amigos (como verán soy una persona muy sociable) personas que de casualidad me los he topado en el camino de la vida, pero que son pieza relevante en uno, podríamos nombrar a Carola, Maritza, Joy (tu mentada mencion honrosa), Neko, Gaby, Matula, Etc, que con cada uno tengo una historia, con unos mas fuerte que con otros, claro esta. Personitas lindas que han sabido tocar esa fibra en mi, y me han conmovido o maravillado. Aunque la mayoría de estos últimos no lo sepa, todos tienen algo en común, que es la veta artística, tenemos cantantes, músicos, escritores y dibujantes, talvez sea por eso que los quiero tanto, porque se conectan con la sensibilidad del ser para crear, para emocionar, para evocar.

Cosas importantes, a pesar de que no todos lo leerán.

Paula Musri: La señorita que conocí en Malloco, y como bien decía ella, prefería estar con nosotros que con su grupo, antes rubia y ahora morena debilidad, te extraño muchísimo, ojala te vea pronto.
Wary: Tu lo sabes y yo lo se, esta de mas escribirlo, el sentimiento es mas profundo.
Jose: Relájate man, no todo en la vida es estructurado, tal vez si das un paso al lado te vas a dar cuenta de varias cosas, o tal vez no, voladas mías, you know.
Clarita Aranda: Mi niña Pequeña, la hermana menor que nunca tuve pero siempre quise tener, la distancia y la ausencia no rompen nada, espero yo, también te extraño muchísimo.
Camila: Mi amiga mas coolisima y ondera que tengo y tendré, creo; bastante hemos crecido y cambiado desde aquella ultima vez que nos vimos, ya no somos niños pero tampoco queremos ser grandes, al menos esa impresión tuve esa tarde-noche en el Mastodonte, sigue educándome musicalmente y siendo tan jovial, para no llegar a ser “viejos culiaos” como bien tu dices.
Carola: Uff! Carola, tenemos nuestra historia aparte, que si bien no llego a “buen puerto” ahora que veo mejor las cosas lo prefiero así, en estos momentos estas media desaparecida, que onda? Aun no superas el impasse con el susodicho? Creo que un hallullon nos haría bien, cualquier tarde, ok?
Neko: Mmm, si, sabes demasiadas cosas de mi para ser una simple conocida, oscuros y retorcidos secretos se almacenan en tu igualmente oscura y retorcida cabeza, compartimos varias cosas en común, de cine, música y otras vainas, alégrate, entraste al club, pero tratándose de ti no se como reaccionaras, por eso me caes bien.
Felo: Que otra cosa se puede decir del partner, es todo lo que un amigo puede pedir, pero un asunto quiero dejar en claro, y más que eso, es una recomendación, NO NOS CAMBIES.

De todos mis amigos soy una mezcolanza, estoy hecho de cada uno de ellos, ya son parte de mi, lo quiera o no. Espero seguir creciendo con ellos, y ojala nuestros hijos nos lleven a todos al mismo asilo de ancianos, para seguir rememorando nuestras andanzas juveniles. En verdad, no quisiera perderles el contacto, no quisiera hablarles solo por MSN O Facebook, y por sobre todo, no quisiera extrañarlos para siempre.

martes, octubre 21

Cosas Que No Se Pueden Ni Deben Aguantar.

1.
No pude evitar llorar,
trate de controlarme pero no hubo forma.

De hecho ambos dos lloramos con ellos,
y me decia "No debo llorar porque soy su soporte",
pero por otro lado, como no llorar con ellos, si al final de cuentas son los niños que tome en Mayo y pretendo seguir con ellos hasta el dia que los confirme.

2.
Cuando la Musa Inspiradora te habla al oido no te le puedes negar, y yo hace unas semanas sucumbi ante ella y no me pude despegar casi 3 dias de ella, por eso el cuento y mi arrebato literario, lo mas increible de todo es que me gusto lo que escribi, y pocas veces me gusta algo de mi creacion, ojala que esto no se me quite, porque bastantes veces dejo de lado estas cosas, me aburro y ya.

3.
Cuando el deseo de bajar musica llama, tampoco hay que resistirse, bien lo he sabido estos ultimos dias, que he bajado temas respetables y weas que solo yo entiendo... De Muestra un boton respetable Thomas Newman, Arose.

lunes, octubre 6

Flor De Otoño.

A Matilde parecía no importarle nada. Alta y grácil, la joven se escabullía a prisa en los recovecos de la soleada pero tibia ciudad, enfundada en aquel vestido verde que tan solo a ella se le veía tan bien. Caminaba con actitud por entre la gente de rictus gris que deambulaba por las calles, con ese dejo de soberbia que tenia al caminar, con ese aire altivo que solo se dibujaba en su rostro cuando sabía la situación. Debía llegar rápido a aquel café, debía apurar el paso ya que varios minutos de retraso llevaba, pero, ¿debía ir realmente, entre si se decía, a ese encuentro?, la pregunta le rondaba desde el día que acordaron juntarse, pero no le atribuyo tanta importancia hasta este momento, a un par de cuadras a llegar. Mientras esperaba que el semáforo diera luz verde, una idea cruzo su cabeza, algo alocada como viable, decidió enviar un mensaje de texto a quien la esperaba, excusando dolores y molestias que le harían imposible poder ir al café, que infantil, he esperado tanto por este momento, no puedo faltar, pensó cuando cruzaba la calle Woolf, aquella calle de flores que perfumaba el ambiente gracias a las colombinas, buganvillas, jazmines y valerianas que crecían a destajo, mientras veía caer de los árboles las ultimas hojas que dejaba morir el otoño, pero en realidad no se si deba ir, sentencio al llegar a la otra vereda, mientras unas nubes se posaban frente al sol. Un sentimiento de desazón le oprimió el pecho, ya que ella sabía a cabalidad que no tenia por obligación ir, que tenia toda la libertad y el derecho a faltar, que en cualquier momento podía devolverse a su casa y olvidar que tenía un compromiso. Entro al parque Varín y se sentó en una banca próxima a una pileta, encendió un cigarrillo y se llevo una bocanada de humo que la relajo por un momento, por alli se escuchaban a los niños jugando y detuvo su mirada en ellos, abstraída con tanta diversión ajena, tan libres de preocupaciones y problemas, murmuro mientras el viento se colaba en su pelo azabache. De pronto supo que un cigarrillo no la calmaría por completo y sintió terribles ganas de llorar, llorar y llorar hasta secarse por completo, llorar sin importar quien la viera, llorar por no saber que hacer, pero solo unas pocas lagrimas asomaron en su cara, sabia que era frívola la razón, mas nada podía hacer en ese momento. De la Matilde decidida y apurada poco y nada quedaba, ahora era un ente que dudaba, un cuerpo que divagaba en la penumbra de su pensar, una muñeca de trapo que podía ser manejada a voluntad de terceros, ahora en verdad no le importaba nada, pasara lo que pasara ella permanecía inmutable, como si se hubiera suprimido el asombro de ella. Apago el cigarrillo en el suelo, saco de su bolso espejo y maquillaje, tratando de tapar de su rostro el pequeño rastro de llanto y amargura. Tonta, se dijo en voz alta después de un largo silencio, apoyando ambas manos en las tablas de la banca, frunciendo el ceño, apretando los dientes, limpiando de si toda perturbación. Unas palomas se posaron en la pileta y se quedaron mirándola fijamente, como si fueran agentes encubiertos decididos a espiarla, al menos ella lo pensó así. Se levanto, decidida pero temblorosa, y emprendió camino hacia el café, con la mirada perdida y postergada en el silencio de su ser. No vio gente ni autos, solo sombras que pasaban a su lado o que la hacían detenerse, el ruido urbano ya no era el que acostumbraba oír, sino que era una ola de sonido que bajaba y subía intensidad, le molestaba esa estridencia y la hacia apurar el paso. No supo como ni en cuanto llego, pero ahí estaba ella, en la puerta del café “Adeline”. Al entrar al lugar se percato que nadie estaba ahí, vio las mesas desocupadas siendo limpiadas por un garzón, y otras con tazas y galletas aun sin retirar. Se sentó en una ya limpia y dejo su celular en la mesa, a lo que se acerco el garzón y pregunto si iba a ordenar algo.

-Un vaso con agua, por favor- dijo ella rápidamente, sin despegar su vista hacia la calle. La soledad con la espera se sentaron a su lado, mordía sus uñas compulsivamente y veía la hora en el celular a cada momento, por fin llego el agua, la tomo a grandes sorbos y calmo su sed. A su espalda había una puerta roída por el tiempo, que se abrió por dentro, Matilde giro su cuerpo para ver quien iba a salir, y resulto ser un hombre de edad importante, sin ser viejo tampoco, llevaba camisa beige y pantalones negros, estatura promedio y algo entrado en kilos. Se quedo mirando fijamente a la muchacha que había alli, ella debe ser, dijo en voz baja. Al ver que aquel hombre se acercaba hacia ella, su cuerpo se entumeció, el debe ser, pensó ella.

-Perdón, ¿tu eres Matilde Storni, cierto?- pregunto con voz grave el hombre
-Si, – contesto emocionada, y recuperando el sentido pregunto- ¿Cómo supo quien era yo?
-Porque ya nadie entra a este lugar.- respondió seco y con franqueza, tomo un poco de aliento y le dijo- espérame aquí un momento.

Se devolvió a la puerta y Matilde lo siguió con la mirada, expectante, nerviosa, ansiosa de que volviera, porque ya toda la espera había terminado, porque todas las cartas y llamadas telefónicas no se comparaban a este momento sublime, porque todos estos años ya se habían resumido en minutos, porque ya no aguantaba mas el poder decirle que hace tiempo ya lo había perdonado, que era hora ya de recuperar el tiempo perdido, que no aguantaba las ganas de abrazarlo y decirle: te quiero papá. El hombre volvió con una caja de madera en sus manos y se la paso, Matilde la abrió y en ella vio unos pequeños zapatos rosados de bebe, un montón de cartas sin abrir amarradas con un elástico que la tenían a ella como destinatario, avioncitos metálicos, mínimas tazas de porcelana, y lo que mas le llamo la atención, una foto antigua de su mama con ella cuando bebe tomada en brazos, y al lado un hombre que no se parecía en nada al que le había entregado la caja, al reverso decía “verano del 81, Playa Vicente del sol”. Ella lo miro con extrañeza, mientras no dejaba de sostener la foto. Posando su mano en el hombro, el hombre le dijo con un tono quebradizo:
-Tu papa quería que tuvieras esto, me dijo que no tenia el valor de dejártelo en persona.

El atardecer ya se acercaba con su tono anaranjado en el cielo y las últimas palomas que andaban en la calle emprendieron vuelo a destinos insospechados. Matilde salio del café acompañada del hombre, gracias, le dijo ella mientras se alejaba de la puerta, con la caja en su mano, con sinceras lagrimas en los ojos. Llegando al parque Varín prendió un cigarrillo, miro la foto otra vez y supo que había sido lo mejor, acaricio la parte donde estaba su padre, lo beso y la guardo con mucho cuidado. Las cartas vendrían después en la tranquilidad de su casa, con una buena taza de café.

Philip Glass, The Hours.